Hoy te desesperas porque tus padres están viejos y achacosos
Se han convertido en una intromisión en tu apretada agenda, en una vergüenza cuando estas con tus amigos
Dios te dice: Es tu oportunidad de reflexionar y crecer en el amor. Los he puesto en tus manos para que aprendas a amar. El problema no son ellos; eres tú que has olvidado lo que es amar. Se te ha endurecido el corazón y ahora es el momento de recapacitar. Ahora te llamo al amor para con ellos.
El amor todo lo vence.
Si ellos derraman su comida sobre su ropa, si les cuesta atarse los zapatos. Así fuiste tú, y ellos te amaron.
Si les cuesta hablar y repiten lo mismo. Así fuiste tú, y ellos te amaron.
Si tienen sus manías y sus achaques. Recuerda, así fuiste tú, y te amaron.
Si te parecen inútiles y si no comprenden las nuevas tecnologías. Recuerda así fuiste tú, y ellos te amaron.
Si caminan muy despacio y sacarlos a pasear requiere de tu paciencia. Recuerda, así fuiste tú, y ellos te amaron.
Si se hacen las necesidades en la cama. Recuerda así fuiste tú, y te amaron.
Si te gritan y se incomodan sin razón, recuerda los lloriqueos que ellos soportaron de ti.
Todo por amor.
Recuerda, no hace mucho fuiste pequeño y ellos estuvieron a tu lado. Las mismas cosas de que te quejas las hiciste tú y ellos lo comprendieron todo. ¿Sabes por qué? Porque te aman.
La misión de tus padres contigo no ha terminado. Yo me serví de ellos para darte vida y formarte en el hombre o mujer que hoy eres, ahora los pongo en tus manos para que cuides de ellos y entres en la madurez del amor.
Efesios 6:2-3
Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa;
para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra
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