Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que
con corazón bueno y recto retienen la palabra
oída, y dan fruto con perseverancia.
Lucas 8:15
La persistencia es como un motor y la motivación
es el combustible. Tú puedes encontrar la motivación
que le dé fuerza a tu motor por medio de la fuerza del
Espíritu Santo dentro de ti.
La biblia dice que el fruto del Espíritu Santo es el amor,
pero también es dominio propio. Estos dos frutos del
Espíritu Santo son los que necesitas poner en acción.
El dominio propio requiere tener tu voluntad
doblegada al control del Espíritu de Dios.
Si eres un hijo de Dios, la respuesta está dentro de ti,
donde también habita el Espíritu de Dios. Así que
tienes la fuerza para persistir.
!Comienza hoy¡
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